Desde el 12 de julio de 1962, cuando Mick Jagger, Keith Richards, Brian Jones, Ian Stewart, Dick Taylor y Tony Chapman dieron su primer concierto oficial como «The Rolling Stones» hasta el 9 de febrero de 1995 -su primer recital en Buenos Aires- trasncurrieron casi 33 años de un amor a la distancia entre los seguidores y músicos argentinos y la banda que más influyó en el rock nacional.
Nunca un recital generó más expectativas en nuestro país. ¡Finalmente venían los Rolling Stones! Fue en el marco delVoodoo Lounge Tour, que arrancó en 1994.
Durante los cinco conciertos en el estadio de River Plate (9, 11, 12, 14 y 16 de febrero) se reunieron más de 300 mil personas, lo que impactó fuerte en los integrantes de la banda. Y en las boleterías, donde quedaron, dicen, cerca de 20 millones de dólares. El primer día, después de los teloneros -los Ratones Paranoicos y Pappo-, alas 21.30 se apagaron las luces del estadio y sonó «Buddy Holly, Not Fade away» y siguieron 22 más, con el gran final: «Jumpin’ Jack Flash».
Entre recital y recital, los músicos pasearon por Buenos Aires -Mick Jagger conoció el cementerio de la Recoleta- y hasta fueron recibidos en la Quinta de Olivos por el presidente Carlos Menem.
En los conciertos del 29 y 39 de marzo, 2, 4 y 5 de abril otra vez hubo 300 mil fanáticos. Tan emotivo fue el cierre que el video del recital del 5 de abril fue el elegido para el video oficial de la gira. En lo que sería -por ahora- su despedida del estadio de River Plate, los Rolling Stones dieron dos shows, 21 y 23 de febrero, conLas Pelotas y los Piojos como teloneros.
Mick Jagger, con la camiseta de la selección argentina, se sintió más local que nunca cuando comenzó con»Jumping Jack Flash”. Y después de dos horas de rock and rool, el cierre de este capítulo del World Tour A Bigger Bang 2005/06 fue con «Satisfaction», con una reedición del pogo «más grande del mundo».
Después de los grupos soporte -Ciro y Los Persas y La Beriso-, vinieron veinte temas a puro rock and roll, en un sueño que comenzó con «Start Me Up» y que terminó con «(I Can’t Get No) Satisfaction», con la ilusión de que no haya sido la última vez.