Los rugbiers presos por el crimen de Fernando Báez Sosa presentaron quejas por el encierro y el calor. Después de haberse cumplido dos años del asesinato de Fernando Báez Sosa, los ocho jóvenes imputados por este crimen permanecen alojados en la Alcaidía N° 3 de La Plata, en donde se han quejado del constante encierro y el calor que los agobia en medio de las altas temperaturas del verano.
El juicio comenzará el próximo 2 de enero de 2023 y, para ese momento no se modificarán la situación de los acusados con respecto a su detención.
Ante esto, han asegurado que el hecho de que se encuentren aislados del resto de la población carcelaria “no es un beneficio sino más bien un resguardo a su salud”. El actual régimen de visitas solo les permite recibir a sus familiares y allegados los días jueves.
Con respecto a la convivencia de los detenidos, han planteado una queja en medio de las altas temperaturas y la imposibilidad de refrescarse y combatir la ola de calor.
La vida dentro de la cárcel
Los imputados no pueden gozar de visitas especiales y, hasta ahora, deberán respetar lo que fue dispuesto al momento de resultar detenidos. Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Lucas Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz están distribuidos en cuatro celdas contiguas con capacidad para dos personas por cada una. Además, los jóvenes cuentan con un momento de recreación en el patio, a pesar de que deben permanecer cerca de 21 horas en sus celdas, al tiempo que una fuente relacionada al caso ha afirmado que los reclusos “tienen celulares y pueden comunicarse con sus seres queridos a través de ellos”.
Canal 13