Desde nuestra mirada quisimos visualizar la alegría de Celebrar la Vida, verlas encontrarse y que puedan tener una charla amena en la previa fue la mejor fotografía de esta sesión de fotos que quisimos plasmar para ustedes.
En el Mes de la Concientización del Cáncer de Mama no sólo queríamos informamos sobre la detección precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos sino que también quisimos darle una impronta distinta con algunas protagonistas directas.
La semana fue de búsqueda constante, se sucedieron algunos nombres que nuestros allegados nos fueron dando y empezamos a contactarlas con la alegría de saber que estaban dispuestas a sumarse a esta campaña.
Con el respeto del caso nos comunicamos con ellas aunque también sus familias y amigos nos sirvieron de puente para que se animen a ser nuestras modelos por un día.
No es común este tipo de publicaciones en nuestra ciudad pero dimos el primer paso pensando siempre, ¿por qué no?, mujeres en primera persona, hermosas, valientes, luchadoras y con esas ganas de seguir que contagia.
Atravesar por una enfermedad no es para nada fácil, quizás escuchar el primer diagnostico fue una cachetada de realidad que las hizo creer más que nunca, entendiendo que la única fuerza que las haría vencer el cáncer sería su autoestima.
Teníamos a seis mujeres y había que buscar el lugar que lo encontramos rápido, un camino de árboles que por estos días se está despojando de sus hojas viejas para darle espacio a las nuevas que se destacan por su color verde…
El sábado amaneció con un sol enorme y un cielo tan celeste difícil de explicar, la mañana fue de organización continua, Lorena por allá, yo por acá y una tercera que nos ayudó a ambientar ese lugar. El reloj marcaba las 14 horas y partimos con Luciana a decorar esa fila de plantas, desplegamos cintas rosas que se movían con el viento además de los atrapa sueños que colgaban de las ramas para completar la armonía que queríamos darles a nuestro decorado natural.
La primera fue Graciela Mascietti que nos sorprendió antes de la hora señalada, respetó que termináramos de armar todo para hablarnos y contarnos cómo atravesó la enfermedad mientras divisábamos a lo lejos el resto de las damas que nos acompañarían.
Fue el turno de Marcia Álvarez y Valeria Fader, ambas atravesaron por lo mismo y en ese andar ese lazo de amistad se hizo cada vez más fuerte, comparten momentos porque en definitiva la vida está llena de esos que son para siempre, diagramar para ellas quedó atrás porque todo pasa por otro lado.
Después fue el turno de Virginia González que se sorprendió al ver a Graciela y se alegró por encontrarse con las amigas, mientras saludaba con esta forma tan particular que tenemos por estos tiempos, sonreía y empezó la ronda de charlas.
Isabel Bidinost llegó acompañada de su nuera Vanesa y su hijo Beto, pero enseguida se acomodo en la ronda y se sumó a la conversación naturalmente, faltaba una más que venía con Lorena, ella era Coca Passe a la que también le vimos una sonrisa al encontrarse con el resto.
En un momento compartí la ronda pero me aleje para observarlas de lejos, quería que fuera su instante y disfrute en silencio de sus risas, de saludarse, de cómo se miraban y de esa emoción por verse.
Llegó la hora de la verdad, fueron mis modelos por el lapso de 45 minutos, Virginia y Graciela con su picardía nos hicieron reír todo el tiempo, siempre aparecía alguna frase, alguna ocurrencia como la de Isabel que colocó el listón rosado como pechera porque el viento lo volaba continuamente.
Me dejaron ser, así de simple, así de rápido fue todo que las imágenes salieron una detrás de otra, y ahí estaba Luciana como asesora teniendo el atrapa sueños para que no se volara y Lorena con otra cámara capturando lo que no se ve de una producción.
Para el final nos quedaba un mimo más para ellas, un presente que agradecieron con algunas lágrimas porque también se relajaron ya que no es fácil posar y mostrarse, pero el mensaje valía la pena.
Nos quedamos en silencio, las mire a ellas mis amigas porque ellas vivieron está enfermedad desde otro lado con sus madres y hubo tiempo para emocionarnos también…
Fue un día especial, distinto, lleno de recuerdos porque ellas mismas se animaron a traerlos al hoy, sentir que pudimos sumarle un momento más de alegría fue de verdad un gran mimo al alma, y el ¡Gracias! es de nosotras hacía ellas.
María del Carmen Remedio
Fotos: Lorena Arlán y MDCR