El éxito deportivo logrado por la Selección nacional de fútbol debe ser tomado como lección para todos los argentinos y aplicable en todos los ámbitos de actuación, ya sea en lo político, económico, educativo, cultural, social y mucho más.
La “Scaloneta” nos demostró que los triunfos concretos y significativos no son casuales; hubo planificación, estudio, gestión con esfuerzo, dedicación, concentración y por sobre todo 3 conceptos clave que son imprescindibles en toda organización (pública, privada o mixta): MOTIVACION, LIDERAZGO Y TRABAJO EN EQUIPO. Estas 3 cosas nos faltan explorar y explotar a todos los argentinos en todo sentido.
Mientras la sociedad vive en una profunda grieta permanente y la mayoría de los políticos van en dirección contraria a como funciona el mundo contemporáneo, el equipo de fútbol campeón mundial nos dio una tremenda lección…pero, como hicieron?. Más allá del uso repetitivo del término Messías, Messi tiene muy en claro que su magia fluye si hay equipo en paralelo y en esta ocasión hubo equipo, todos tenían un rol para complementar al otro, “tiraron” parejo, estaban motivados por el hambre de gloria y por un cuerpo técnico profesional y de excelencia humana, especialmente la humildad y sencillez de cada uno. Además, Messi es un tremendo líder natural positivo, pero se potencia con la positividad del resto del equipo y Scaloni es un líder más silencioso, que demostró saber de estrategia y táctica, un líder que “se hizo”, se fue puliendo con los años.
Y AHORA QUIENES DEBEN TOMAR LA LECCION?
Sin dudas, los primeros que deberían anotar este aprendizaje son los políticos, me refiero puntualmente a los que se creen mesías, únicos, dioses; ese modo de pensar y gestionar comenzó a ser historia, el futuro será con equipos de gestión más profesionales, más abiertos al cambio, a escuchar y aceptar opiniones y experiencias de otros actores innovadores que buscan ser parte de una Argentina mucho mejor, más ordenada y desarrollada.
La discusión si nos conviene ser más de izquierda o de derecha es arcaica, de hace 60 o 70 años atrás. Seguir pensando que el Estado debe ser más grande y estar “presente” en todos los aspectos de la vida de las personas también es una falacia, lo mismo que pensar (como algunos de extrema posición lo hacen) que el Estado no debe existir. La Argentina y cada pueblo necesitan de la cooperación público – privada en la justa medida, cada uno con su rol, trabajando en equipo como la Scaloneta! Y siempre ayudando a fortalecer las instituciones intermedias y que éstas no estén sometidas al poder de turno porque de esa manera no avanzan y actúan con miedo.
La discusión actual y, espero se cristalice a partir del año próximo, es “QUE NOS HACE MÁS NACION?”y ello significa que el Estado debe actuar cuando sea conveniente y, cuando no, dejar al privado que desarrolle su potencial, la creación de riqueza y de proyectos innovadores que nos acerquen al mundo. Les dejo un par de ejemplos de B. Juárez: necesitamos unos cuantos inversores más como Morixe, Camio, Rural Ceres, etc. pero antes el Estado debe generar las condiciones estructurales para que puedan radicarse y funcionar a pleno: energía suficiente, servicios públicos, conectividad digital, recursos humanos calificados y preparados. De eso se debe encargar de proveer el Estado, lo demás los empresarios saben como hacerlo y es fundamental que, además, exista un diálogo profundo y permanente para detectar a tiempo las necesidades. Y no pueden faltar instituciones intermedias fuertes, activas, modernas, como las cámaras o asociaciones empresariales más cercanas al conocimiento y a las regiones donde existen infinidad de buenos ejemplos exitosos a tomar y adaptar.
Convencido que con empresas Pymes “motivadas” y con 100 jóvenes profesionales y disruptivos (Facundo Ferro Molina es uno de ellos) Juárez podría explotar de proyectos y trabajo y llegar con sus productos y servicios al mundo en 5 años y en ese sentido insisto en que el 2023 tiene que ser el punto de inflexión para iniciar el camino del desarrollo. Algunos dirán que estoy divagando, otros dirán que soy un teórico. Lamento decirles que es posible alcanzar el objetivo, lo que debe cambiar es el modelo, la forma de conducir y gestionar, no sólo en el “pago chico” sino en la tierra bonaerense arrasada por la pobrísima gestión Kicillof y lo propio de Alberto Fernández en Nación.
NO NOS MERECEMOS PERDER MÁS OPORTUNIDADES
Si a los números me remito, el modelo populista que gobierna Argentina, ha logrado cifras escandalosas para mal: 47% de pobres, 70% de los jóvenes son pobres (y por eso emigran), inflación anual del 100% (récord de los últimos 30 años), niveles record de gasto público en términos del PBI (40%, único en el mundo, excepto Venezuela y Cuba), niveles extremadamente bajos de inversión (17% del PBI) y puedo seguir durante horas escribiendo al respecto. Pero lo sustancial es que no podemos darnos el lujo de perder más oportunidades. La guerra entre Rusia y Ucrania nos abrió las puertas para exportar energías y combustibles (no tenemos, le compramos de baja calidad a Venezuela). La caída de la producción en China nos abrió la posibilidad de cubrir mercados con alimentos. ¿Saben que país nos ganó de mano por no estar preparados y por maltratar a los exportadores (incluyo a las pymes)?. Vietnam, si…Vietnam.
Entonces, lo central será que de una buena vez por todas, el mensaje del equipo de fútbol nacional sea un aprendizaje en todos los órdenes, que a partir del 2023 los éxitos sean colectivos de verdad y no de algunos vivos, que el gran ganador sea el que trabaja y produce, que recuperemos los valores del respeto, de la educación, de premiar el sacrificio, que valga la pena el trabajo en equipo y con los mejores recursos humanos.
Felicidades para todos!
#Queseaelañodelcambio
#Queseacondesarrollo
#Laeradeldesarrollo
(*) Licenciado en Administración y MBA FCE UNICEN. Profesor universitario. Asesor de Pymes
Pte MID Tandil- Sec de Relaciones con las Pymes (MID Nacional)