No importa cuántos años tengas los hijos, ni mucho menos, cuantos años tengan sus mamás.
Nené, así me dijeron que la llamaban, hoy acompañó a su hijo «Mele» en la ceremonia donde fue ordenado como Diácono, por el Obispo de la Diócesis de Azul Hugo Manuel Salaverry.
Mele, como todos lo conocemos estuvo acompañado de sus afectos mas cercanos, su esposa Mercedes, familia, amigos, y toda la comunidad católica que se acercó a disfrutar de la ceremonia.
Aunque hubo un momento que estuvo inundado de amor, plasmado en una mirada llena de ternura y admiración; ¿Qué habrá pensado Nene cuando su hijo le dio la comunión? ¿Cuándo besó su frente con tanta dulzura?
Me pregunto que habrá sentido Nené, cuando todos los presentes se unieron en un aplauso interminable para felicitar a su hijo. Ella sabe que crio un hombre bueno, un hombre con principios que desde hace tiempo le dedica mucho espacio a quienes llegan a la iglesia; escuchándolos, asistiéndolos, dando una palabra de aliento.
No importa cuántos años tengan los hijos, porque en la mirada de mamá siempre encontraran el abrigo, un lugar seguro donde refugiarse, e indudablemente un lugar donde mirarse desde el amor.