La ex capitana y referente analiza el presente de la nueva generación y cuestiona el doble rol del Chapa Retegui como head coach y entrenador de la Selección femenina.
Argentina le gana 7 a 1 a Nueva Zelanda y desde el banco Cachito Vigil grita como un desesperado: “¡Magui! ¡Magui!”. Faltan cinco minutos y la defensora de Argentina sale disparada para recibir indicaciones, la emoción del entrenador lleva el grito de un país: “¡Somos finalistas! ¡Gracias, Magui!”. Esa hazaña en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 se terminó de consolidar en la final, un partido del que Las Leonas se fueron vencidas por las anfitrionas pero con la medalla de plata, la primera de la historia del hockey nacional.
“Los deportistas y equipos que son referentes, si bien precisan del triunfo, dan el paso decisivo en su constitución cuando se independizan de éste”, escribió Marcelo Bielsa en una carta-homenaje que sintetiza el sentido de esa derrota que dio nacimiento a Las Leonas hace veinte años. “Te juro que no nos parece que sea tanto. Quizás es porque lo tenemos muy a flor de piel o te acordás cosas como si hubieran sido ayer, no sé por qué… lo sentimos muy cercano”, piensa hoy Magdalena Aicega. La número 3 de aquella Selección dejó el hockey profesional en 2008 y continuó jugando en su club, el Belgrano Athletic, hasta el año pasado. Este 2020 pensaba ponerse el traje de DT y abocarse a la práctica del surf, una nueva pasión en la que está intentando perfeccionarse. “Igual, yo siempre entreno como si fuera a jugar, eso no cambia –dice sonriente–. Es parte de mí”.
–¿Sentís que el peso de aquel equipo emblemático es una presión para el plantel actual?
–Si hay algo que nos enseñaron en todo este tiempo es a no hablar de presión, porque es algo negativo. Siempre cambiábamos esa palabra por ‘desafío’, porque es algo positivo. A nosotras nos decían: “¿Y ahora? ¿Si no salen campeonas?”, y nosotras entrenábamos para ser campeonas, pero todos los equipos entrenan para lo mismo y hay excelentes equipos. Bueno, las de hoy yo creo que tienen el desafío de ponerse esa remera que viene con eso, porque si le preguntás a cualquiera cómo se imagina el podio de Tokio 2021, te va a decir Holanda, Australia y Argentina. Después puede ser que se suba España o cualquier otro, pero estás en ese podio y eso es algo importante, las chicas te lo dicen. A mí me tocó arrancar en el seleccionado en el año 92 o 93 y Las Leonas surgen en el 2000, fueron casi diez años de todo un proceso.
–¿Ves alguna futura referente del hockey argentino entre las jugadoras más jóvenes?
–Siempre digo que las más grandes le van dejando el legado a las más chicas. Hoy este equipo tiene a Charito (Luchetti), Pity ( D’Elía) y Carla (Rebecchi), que no están y se sabrá el año que viene si van a volver o no, pero son de alguna manera un referente junto con Delfi Merino, Majo Granatto, te agregaría una Julieta Jankunas… jugadoras que están hace mucho tiempo en el seleccionado pero que no dejan de ser chicas. En la Selección tenés a Agustina Alonso, que es una bestia y por ahí no es de las más vistosas, pero yo mirándola y habiendo jugado en contra de ella sé que es de esas jugadoras que te organizan todo un equipo. Me hace acordar mucho a lo que era Anabel Gambero en su momento, en Sydney. Creo que tenés grandes jugadoras hoy en Las Leonas, para mí es un equipo bárbaro con grandes chances de ser campeón. ¡Pará! No me quiero olvidar de Agustina Albertario. Son todas chicas de entre 22 y 23 con una cantidad de partidos internacionales enorme atrás.
–Hay equipo.
–Claro que sí, pero jugar una final es súper difícil porque a los torneos una llega preparada de la mejor manera y todos los demás equipos también. Después se te tiene que dar que juegues bien, que se te den las cosas y que tengas esa mínima suerte… todo se te tiene que dar. No es fácil llegar a una final, por eso te digo: tienen grandes chances, después hay que ver cómo se da el torneo pero sí, es una realidad que hoy las chicas tienen un equipazo y tienen grandes chances de estar en un podio.
–Chapa Retegui está en el puesto de head coach y como entrenador de la Selección. ¿Qué opinión tenés sobre eso?
–Creo que no estamos entendiendo qué es el head coach. Ahora hay que emparchar e ir para adelante, porque abrís y cerrás los ojos y ya estás en Tokio, pero tenemos que entender que el head coach está por arriba de los entrenadores: es el que se tiene que encargar de poner a los entrenadores de los dos equipos. Por lo menos, eso es lo que yo conozco, lo que una aprendió de esto. El Chapa debería ser el head coach, definir quién es el entrenador de Las Leonas y quién es el entrenador de Los Leones y después, de alguna manera, ser el que baja la línea a los dos seleccionados. Lo que pifiamos es que queremos tener al Chapa en los dos equipos y es muy difícil, más allá de su capacidad es muy difícil tener a una persona en los dos seleccionados, porque de hecho ya estuvo en los dos seleccionados. El Chapa es un fenómeno, está claro que es un maestro y tiene un montón de títulos, pero dejalo con las chicas y poné otro head coach. Los Chapa, los Cachito… obviamente son tipos de una experiencia muy grande y es muy difícil estar arriba de ellos, pero hay que hacer un trabajo en conjunto y tener a los mejores en cada lugar. A partir de Tokio creo que tenemos que darle un poco más de importancia a ese rol.
*Sofía Martínez, Florencia Pereiro, Ornella Sersale, Lucrecia Álvarez
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