Las lluvias del último fin de semana dieron la posibilidad a los productores de la zona núcleo de comenzar a sembrar soja y en algunos casos maíz al contar con humedad superficial en los lotes y dar así impulso a una retrasada campaña de granos gruesos.
Esto se da tras las magros resultados en trigo y con la certeza de que la nueva campaña, a priori, no estará exenta de complicaciones.
«Lo que estamos sembrando ahora es una promesa, algo que vamos a ver si anda. Esperemos que La Niña (fenómeno climático que afecta a la Argentina y la región en los últimos tres años y que se traduce en lluvias por debajo del promedio) se termine y pueda venir una revancha, con una expectativa mayor», dijo a Télam Edmundo Nolan, un productor de Venado Tuerto, en el sur de Santa Fe.
En una recorrida realizada en los últimos días por la agencia Télam sobre diferentes puntos de la región agrícola comprendida entre el norte de la provincia de Buenos Aires, centro sur de Santa Fe y sudeste de Córdoba, las imágenes de sembradoras implantando soja sobre el trigo escuálido que se encuentra todavía en pie es una constante.
Estos trabajos prácticamente se hacen contrarreloj, ya que las lluvias que recibieron los campos de esta región y que dejaron un manto de humedad superficial bastante heterogéneo, debe ser aprovechada con urgencia para poder sembrar soja y, en menor medida, maíz.
«Hay que meterle y sembrar porque en 30 días se termina la fiesta», dijo, por su parte, Carlos Covernton, productor de la localidad santafesina.
En diálogo con Télam, Covernton hizo un repaso sobre lo que sucede en la zona: «El maíz no se sembró. Si bien algunos lo hicieron en seco, arriesgándose, los lotes que no se helaron hoy la están peleando. Mientras que el 95% de los lotes que iban a maíz de primera ya pasaron a tardío. O sea, en diciembre no va a haber cosecha de trigo en la zona núcleo y tampoco va a haber maíz en marzo, recién se va a ver maíz en julio y agosto».
En lo que respecta a la soja, el productor dijo que la oleaginosa «está con un retraso histórico, con solo un 15% de la soja sembrada en la zona de Venado Tuerto, cuando en la misma época del año pasado estaba en el 80%».
«Estamos haciendo lo que podemos, pero no hay lugar a una gruesa mala, no puede fallar, porque el problema que tenemos es que nuestra inversión por hectárea es el doble que el año pasado, tanto en lo que es herbicidas, fertilizantes y alquiler. Hoy la seca pega el doble», señaló Covernton.
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en la zona núcleo se sembró un 47% de soja de primera, lo que equivale a 1,9 millones de hectáreas, sobre un total proyectado de 4,1 millones de hectáreas.
Este porcentaje constituye en un fuerte retraso en las labores respecto a igual período del año pasado, cuando el nivel de siembra para esta época superaba el 80% de la superficie proyectada.
La buena nueva fueron las lluvias del fin de semana pasada, con más de 100 milímetros en algunas zonas, lo que dotaron de humedad al suelo y permitieron que los trabajos retomen con fuerza e impulsen la siembra.
En el noroeste bonaerense, en el partido de Junín, el agricultor Pablo Ferrari dijo a Télam que «las lluvias de los últimos días fueron importantes y revivió todo. El verde que hoy se ve, también se dio en el animo del productor».
«Estamos sembrando arriba de un trigo que se perdió totalmente. El 50% del trigo que trabajo está quemado y esa superficie va ahora a soja de primera», señaló Ferrari.
«Pero depende de lo que venga de acá en adelante en lluvias, porque estamos con los perfiles totalmente secos. Si de acá para delante el agua se corta, lo que estamos sembrado será muy poco para la cosecha», alertó el agricultor bonaerense.
Por eso, Ferrari remarcó que «maíz temprano casi no se hizo y se pasó todo a maíz tardío. Dependemos de las lluvias de enero y febrero que es donde ponemos el periodo critico. Eso dicen los pronósticos, pero veremos…».
Con similar sintonía, el presidente de la Sociedad Rural de Pergamino, Jorge Josifovich, dijo que en la región «nunca se dejó de sembrar el maíz en término».
«En los 30 años que tengo de profesión nunca vi que no se pueda sembrar, pero este año se dio y se corrió para uno de segunda», completó Josifovich.
Telám