En Necochea un grupo de chicos con discapacidad consiguió su primer empleo como cuidadores de la playa: se encargan de asistir a los turistas en primeros auxilios o a colocar con seguridad una sombrilla. Se trata de una iniciativa de la intendencia para generar más inclusión.
“Es una satisfacción enorme la responsabilidad que le ponen los chicos. Un logro para ellos, para la familia y también para los turistas ver a estos chicos trabajando, entrenándose y asistiendo en nuestras playas”, le contó el intendente Arturo Rojas a Guillermo Lobo para Telenoche.
Rojas explicó que el programa Promover Empleo permite que chicos con discapacidad puedan asistir a turistas en las bajadas públicas, en la colocación de sombrillas. Están monitoreados por dos guardavidas que se encargan de formarlos y capacitarlos acerca de los cuidados de la playa, de la prevención y cómo actuar en diferentes situaciones.
Son chicos que están entrenados, algunos ya son guardavidas y otros se capacitaron para el trabajo, pero todos se manejan con grandes niveles de responsabilidad.
“Cuando uno ve el entusiasmo que le ponen estos chicos a la hora de trabajar, te da mucha esperanza. Vemos a una generación de jóvenes que están mucho mejor preparados que nuestra generación, y eso nos hace pensar en un futuro más lindo”, remarcó.
Por su parte, la directora del Área de Discapacidad necochense, Camila Bianchi, agregó que “todos los ciudadanos de la Argentina tienen que apostar a la inclusión en todos los ámbitos”.
Uno por uno, los seis fantásticos de Necochea
Juan Ignacio tiene 19 años. En el año 2020 terminó el secundario con un proyecto de inclusión con la escuela 501. Está muy entusiasmado con la idea de trabajar y de poder utilizar sus conocimientos en lo que más le gusta: “Me fascina ayudar a la gente. Está bueno el proyecto, que siga fluyendo”.
Nicolás tiene 18 años. Es alumno del último año de la escuela secundaria número 2 en la especialidad de Educación Física. Hace 10 años empezó a nadar dentro de la Escuela de natación municipal “Todos al Agua” y compitió a nivel provincial y nacional. También compitió en los juegos bonaerenses y es integrante de la Selección Argentina de Nadadores con Síndrome de Down. Contó que le gusta ayudar a la gente y que hay que estar atentos a lo que “está pasando en todos los lugares”.
Benjamín esta por cumplir 22 años. Nació con mielomeningocele en un grado leve. Siempre realizó natación y fue seleccionado para competir. Está muy contento por el empleo, quiere realizar el curso de guardavida: “Estamos acá para lo que la gente necesite. Muchas veces se pierden nenes, se vuelan sombrillas o los propios guardavidas necesitan que les den una mano. Este es un grupo increíble y son muy buenas personas”.
Mathias tiene 21 años. Nació con mielomeningocele e hidrocefalia. Es de Mar del Plata. Terminó la secundaria y quería trabajar, así que empezó a vender productos de limpieza. Todo lo que aprende, lo piensa como algo útil para su vida laboral en el día de mañana. Compitió en natación y obtuvo varias medallas. “Me gusta ser cuidador, mis compañeros son excelentes y estoy muy feliz de conocerlos”, dijo.
Mauro tiene 29 años. Nació con síndrome de down. Siempre realizó deporte, actividad física y cumplió su objetivo: ser guardavida. Lo consiguió gracias al acompañamiento y apoyo de los integrantes de Cruz Roja.
El orgullo de los padres
Para la familia es fundamental que los jóvenes puedan tener experiencia laboral y que sea en un entorno de compañerismo. Entre otras cosas, están contentos de que sus hijos sean recibidos por la gente en la playa. “Es un orgullo que estén acá presentes”, comentó Horacio, el papá de Nicolás.
En el mismo sentido, los padres de Nacho expresaron que este trabajo “les abre una puerta para el futuro” y desean que en el futuro sigan con esa iniciativa para que todos los chicos con discapacidad tengan su oportunidad.
“Es muy importante para ellos este proyecto”, indicó la mamá de Mathias y Nelly, madre de Mauro, agregó: “Nosotros aprendemos de ellos”.
TN
