Su vida es tan rica en historia, capítulos paralelos que tuvieron un hilo conductor siempre que se podrían ordenar cronológicamente sin dejar nada de lado. Afirma que cada logro que cosechó no fue un mérito, sino que cada paso que dio fue una bendición entendiendo siempre, desde su humildad, que todos somos iguales y el espíritu de la persona es lo que la hace especial.
Lia Nanni dejó su sello en Benito Juárez, el contacto nunca lo perdió y a pesar de que hace cuatro años que no viene siempre se actualiza de lo que pasa en la ciudad, escucharla hablar nos traslada a París pero afloran términos pueblerino en una tonada especial por los años de residencia en otro país.
Con una sonrisa siempre en su rostro, pensando cada respuesta y dejándose llevar al pasado pero también al presente nos comunicamos con Lia muy temprano porque tenemos 5 horas de diferencia con París para saber de su vida en la ciudad de las luces.
Ella es como esas estrellas que nunca se apagan porque deslumbra con su simpleza, su corazón baila cada día y esa pasión por lo que hace hoy se mueve al ritmo del dos por cuatro.
De Juárez a Europa
Las raíces las lleva dentro su ser siempre. En Juárez trabajó hasta sus 30 años dándolo todo, dictó cursos de francés y de piano, fue profesora en el Colegio Nacional y Colegio de Hermanas, viajaba por la zona con diferentes espectáculos que se cumplieron a través de la danza pero en cierto momento sintió que había cumplido su misión.
“Mi madre me decía que había hecho Patria porque hicimos muchas cosas por la cultura y por el placer de cumplirlo concretamente, viaje a Francia para perfeccionarme al igual que a México en danzas folklóricas donde estuve con el presidente de ese momento.
Entonces pensé que ya había perfeccionado mucha gente y había dejado un legado en mi lugar que seguiría por medio de mis alumnas, si me hubiese quedado quizás habría monopolizado un poco las cosas y quería.
Fui guiada por Dios, en ese momento la hermana San Carlos me dijo que tenía que seguir mi camino y que alguna vez nos encontraríamos en el cielo y fue un empujón para poder tomar la decisión”.
Su viaje definitivo fue en barco ese trasatlántico cumplía su última aventura en el mar, 21 días navegando por diferentes lugares hasta llegar a destino donde además pudo conocer muchos artísticas. “Llegué a Barcelona- España en plena Navidad pero mi destino era Madrid donde fui contratada por un ballet español muy conocido de Rafael Aguilar e hice una gira por toda Europa durante dos meses, la última ciudad fue París donde me quedé por una invitación. La mano de Dios estaba detrás de todo esto, la he sentido muchas veces en mi vida y estoy muy agradecida” relató Lia.
Tantos recuerdos, tantos momentos para recordar sobre los escenarios y fuera del mismo porque en un momento de la entrevista menciona la felicidad que le daba ir a bailar para los abuelos del Hogar Municipal los domingos siendo muy joven. Como también mencionada la obra Amor sin barreras un espectáculo de chicos que incluyó a Monzón y a Nievas que fueron parte recibiendo el cariño y el agradecimiento siempre que vuelve a encontrarlos.
“He recorrido bastante y quizás Italia donde hay mucho campo me recuerda a Juárez en la parte sur, hemos heredado mucho de ellos y acá se asimila mucho después Buenos Aires es un poco de todos siempre.
De todas maneras escuchar alguna canción me lleva a Juárez, siempre los llevó en mi corazón y en mi alma, estoy continuamente pensando por eso estoy conectada con todos en cualquier momento del día los siento presentes continuamente”.
Su guía: la Hermana San Carlos
“Era genial, una gran dama de Estrasburgo de una familia noble que nunca me lo dijo pero lo supe por otras hermanas, cuando se hizo religiosa quería ir a África como misionera pero la enviaron a Argentina, precisamente a Juárez.
Conocía todas las materias, en el colegio daba anatomía, griego, latín, historia y francés entre otras más, bordaba mucho de hecho tengo cosas que me ha tejido y guardo escritos de ella con mucho amor.
Una persona inteligente, muy moderna en sus pensamientos su religión era dar continuamente como debería ser siempre. Le debo mucho de verdad, fue mi consejera y el lazo lo seguimos a pesar de la distancia “.
Su familia el arte
“Si uno lleva esta vida no hay que casarse porque hay alguien que va a sufrir. Mi placer fue formar y educar a los niños de otras personas, cada uno tiene su misión en esta vida y la mía fue formar a los que ya estaban en este mundo.
Fui mamá de muchas generaciones, las primeras fueron Lucía Di Crocce, María Paz Laballén los hermanos López de los cuales guardo los mejores recuerdos porque eran hermoso y buenos bailarines, y así se sucedieron muchos más a los que recuerdo con mucho cariño” nos contó Lia Nanni.
Tango en París
El dictado de clases comenzaron el 1 de septiembre con las normas de higiene del caso, pero en este tiempo ha habido un rebrote de casos de Covid entonces se esperan novedades de cómo seguirán en las próximas semanas. La gente ha sido de alguna manera descuidada durante el verano europeo y se da está situación nuevamente de tener que rever por parte del gobierno las medidas siguientes.
Por el momento Lia Nanni sigue con el curso de tango y el parate no la perjudica tanto como al resto de los trabajadores que son el sostén de sus familias en muchos casos como pasa en todo en el mundo y la situación económica se siente en el ánimo de las personas.
“De todas maneras mis alumnos o bailarines tienen sus ganas de bailar, el grupo es diverso y de diferentes niveles, hay, por supuesto, muchos argentinos y mi objetivo es que descubran el tango.
Me encuentro con diferentes propuestas como recibir a novios que quieren armar coreografías para su casamiento entonces adaptamos una canción para que la presentes, antes por ejemplo era el vals. Otros vienen porque van a viajar a Buenos Aires y otros porque quieren aprender, las motivaciones son diversas en cada uno, como también me encuentro con los profesionales que preparan sus espectáculos como los integrantes de la Opera de París.
Yo amo realmente lo que hago, lo llevo en la sangre porque mi papá fue un gran tanguero, mi madre bailaba también entonces es cómo natural en mí poder enseñar diferentes estilos”.
Francia es la cuna de las danzas clásicas, la primera academia data de 1600 y realmente se respira este arte en todo el territorio, hay bailarines por doquier al igual que profesores por ese motivo siempre están en la búsqueda de bailarines exóticos como los argentinos. “A veces la vida elige por vos, por mí signo soy una persona abierta a todo lo que se me presenta porque mi base de aprendizaje fue siempre sólida surgiendo mi creatividad y mi adaptación para todo lo que viene”.
Sus zapatillas están guardadas en un rincón especial de su hogar, aquellos volados hermosos que ostentaban un gran espectáculo siguen engalanando su vestuario. Lia Nanni a la distancia cierra su relato hablando de sus viejos que le dieron la mejor educación.
“Mi madre era maestra y organizada por demás siempre pensando en el futuro, ambiciosa para su familia tratando de darme lo mejor y mi padre fue el ejemplo del trabajo y de la solidaridad porque siempre estaba para el otro.
Ellos me dieron la mejor educación y me enseñaron a valorar cada oportunidad. Hoy vivo el presente de una manera que me facilita el futuro, no arruinó lo que he logrado sino que vivo de una manera normal y agradable, pero siempre disfrutó el hoy porque lo que vendrá está en manos de Dios”.
“Nada te Turbe. Nada te espante. Todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia, todo lo alcanza, quién a Dios tiene nada le falta. Sólo Dios Basta”
María del Carmen Remedio