Considero que en todos lados existen “personajes”, con mucha más razón en pueblos y ciudades pequeñas. Los que forman parte de mi infancia me resultan particularmente pintorescos, no tengo idea si con el tiempo van perdiendo la magia o si la fantasía propia de mi imaginación infantil le daba a cada uno de ellos la particularidad de una historia que mesclaba el mito con las anécdotas y que seguramente nada tenían que ver con la razón o el hecho que trasformo aquellas personas en personajes que perduran en el recuerdo de quienes tuvimos la oportunidad de conocerlos.
En esta breve reseña voy a mencionar, sin apellidos, algunos de estos seres con características sobresalientes, en algunos casos acompañados de dichas anécdotas y en otros de lo que me producía su imagen o su presencia.
“La Pelegrina”
Desde los cinco y hasta los siete años viví con mi familia en una casa que alquilamos a “la señora Lina” que tenía una hija a la cual llamaban “Lelé”, una chica moderna que usaba el pelo batido y atendía en un comercio llamado El Cafetal. Como lo indica su nombre además de bombones, chocolates y licores vendían café molido, lo que le daba al lugar un aroma inolvidable y exquisito. A pesar de ser el sentido menos apreciado la memoria olfativa es sin lugar a dudas uno de los registros más sensibles al recuerdo, seguramente debido a esto cuando siento olor a tabaco me acuerdo de La Pelegrina. Ella vivía en lo que por aquella época se denominabaAsilo de Ancianos que quedaba a media cuadra de mi casa, por lo cual veía frecuentemente a aquella mujer. Siempre de negro y con un pañuelo en la cabeza pero lo que más llamaba mi atención es que era la única mujer que fumaba en pipa. Una pipa pequeña de madera, cargada de un tabaco intenso de olor penetrante. Con el tiempo me entere que el apodo “la pelegrina” derivaba la peregrina y esto debido a que nunca nadie supo de donde venía ni donde iba cuando la vejes y un problema de salud la retuvo en Juarez donde termino sus días. Solo se supo de su peregrinar que la llevo por pueblos y ciudades, quien sabe porque, tal vez escapando algo o de alguien. Ella hablaba muy poco y nunca conto ningún detalle que denunciara su pasado: A qué muerte se deberiá su luto? Donde habría tomado el hábito del tabaco en pipa? Y lo más misterioso de su personalidad, cuál sería la razón de su peregrinar?