Los que produjeron los disturbios en Brasilia serán identificados, juzgados y condenados. Todo el Espectro político argentino -igual que todos los países democráticos occidentales- salieron contundentemente a respaldar al Presidente Lula y las instituciones republicanas brasileras.
Hemos visto en los medios a un grupo pequeño de personas – entre 200 y quinientos, en su riñon mas violento, con varios miles de comparsa – en actitudes violentas, destruyendo propiedad publica en las sedes de los 3 poderes, alrededor de la plaza que los concentra en el centro de Brasilia, Capital Federal Brasilera.
Una clara expresion de fanatismo marginal -aunque organizado- que sera investigado por la Justicia brasilera. Sera esa Justicia la que investigara las responsabilidades materiales e ideológicas al frente y detrás de los acontecimientos.
Esta investigación incluirá al ex-presidente Jair Bolsonaro que ignoro el resultado de las elecciones y nunca reconoció el triunfo de su rival, el presidente electo Luis Inacio Lula da Silva. Durante los últimos 60 dias, Bolsonaro convoco a a sus partidarios a movilizarse contra -lo que el considero- un “robo” a la voluntad popular….
Su pronunciamiento publico, por twit desde los EEUU- no es ni remotamente claro en cuanto a repudiar los acontecimientos ocurridos en Brasilia el domingo próximo pasado. La Justicia dará su veredicto final sobre su eventual involucramiento con los hechos subversivos ocurridos.
Estos hechos deberían hacer recapacitar a la Vicepresidenta y el Presidente de la República Argentina para retirar el pedido de juicio político a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia Argentina.
Si es grave que una turba de desarrapados ocuparan los edificios físicos de los 3 poderes en Brasil, MAS GRAVE es que la máximas autoridades del PE Nacional, acompañados por 11 gobernadores, desconozcan una orden judicial emanada del mas alto tribunal de Justicia de la Nación. Los que produjeron los disturbios en Brasilia serán identificados, juzgados y condenados.
En cambio, el “conflicto de poderes” en Argentina destruye el sistema republicano y quita toda credibilidad interna y externa a las autoridades nacionales (y a varias provinciales).
Esperemos que este grave hecho ocurrido en Brasilia sirva para que los argentinos acordemos un programa de transicion para los 11 meses que restan al mandato del Presidente Fernandez, que nos permitan, en lo que sea posible, estabilizar las principales variables económicas y políticas así como la contención de los altos costos sociales que produce la falta de credibilidad -inflación, inestabilidad y todo tipo de especulaciones de corto plazo- que no pueden esperar 1 año para empezar a resolverse.
Estoy seguro que podemos contar con el apoyo y la compresión de todos nuestros socios y vecinos sudamericanos. Quien puede dudar que, después de lo ocurrido en Brasil, el primer interesado en la estabilidad de mediano y largo plazo en Argentina, es el Presidente Luis Inacio Lula da Silva.
Infobae.com