Alejandro Luis Estigarría, nacido en General Pico, es la única víctima pampeana del terrorismo de Estado durante la dictadura militar que era estudiante del secundario al momento de su secuestro y su historia está vinculada con otra «Noche de los Lápices»: la de los tres alumnos del colegio Politécnico de Berazategui desaparecidos en Buenos Aires.
Hoy el investigador pampeano Norberto Asquini, autor del libro «El informe 14-Dictadura militar en La Pampa», recuerda en una publicación al joven pampeano, estudiante del secundario, al conmemorarse 44 años de «La Noche de los Lápices», en el que 10 estudiantes del secundario de la ciudad de La Plata, que reclamaban la gratuidad del boleto estudiantil, fueron secuestrados, torturados y asesinados por el terrorismo de Estado impuesto durante la última dictadura militar.
«Este miércoles 16 de septiembre se cumplen 44 años de La Noche de los Lápices, la represión a alumnos y alumnas de La Plata en la que secuestraron a diez adolescentes, varios de ellos y ellas permanecen desaparecidos. Son parte de los 340 estudiantes secundarios desaparecidos durante la dictadura militar», señala en su libro el escritor e investigador pampeano.
Además, relata que «Alejandro Luis Estigarría por entonces tenía 18 años y cursaba el sexto año del secundario en el Politécnico bonaerense de Berazategui, donde hacía doble jornada. Fue scouts y estaba de novio con una vecina del barrio».
Alejandro nació en 1958 y vivió hasta los 13 años en General Pico: «Juan Carlos Estigarría, padre de Alejandro, era oriundo de Bernardo Larroudé; en la década de 1940, se trasladó a esa ciudad del norte pampeano y trabajaba en el ferrocarril. En 1958, fue protagonista de una de las huelgas de los obreros del sector contra el gobierno de Arturo Frondizi, por lo que fue detenido», señala Asquini.
«El 27 de mayo de 1977, Alejandro fue secuestrado delante de su familia en su casa en el Gran Buenos Aires. Junto a él desapareció otro compañero del colegio, Carlos San Martín (19 años). Otro ex compañero, Carlos Blanco (19 años), había sido secuestrado días antes el 24 de mayo».
Su hermana, Silvina Estigarría, al dar testimonio al autor dijo que el joven «tenía alguna afinidad política pero no militaba. Nunca tuvimos en claro si estuvo en alguna organización. No tengo confirmado, pero algunos compañeros me dijeron que había estado en la Juventud Guevarista, pero no hay seguridad».
Como relató su padre durante el Juicio por la Verdad realizado en la ciudad de La Plata, el 27 de mayo de 1977 a la madrugada, un operativo de un grupo de tareas allanó la casa de los Estigarría mientras la familia dormía.
«Apenas entraron en mi departamento me pusieron una capucha en la cabeza», dijo. Los que realizaron el operativo estaban casi todos vestidos de civil y le dieron un culatazo a Juan Carlos para retenerlo contra la pared», recordó.
«Alrededor de las 2 de la mañana, golpearon muy fuerte la puerta del departamento de planta baja donde vivíamos y la ventana que daba al frente justo donde dormíamos los cinco hermanos», relató Silvina.
«A gritos y golpes sacaron a Ale de la cama y a mi papá se lo llevaron al comedor. A mamá, a mis hermanos y a mí nos dejaron todos juntos en la cama de mis padres. Yo, que tenía 6 años, y mi hermano de 4 estábamos en el borde de la cama por lo que a 50 centímetros de nosotros estaba un milico de grandes botas y gran Itaka. Todo él era grande para nosotros», explicó.
«A mi papá -dijo Silvina- mientras tanto en el comedor le pegaron algunos golpes y a Ale lo subieron a un vehículo y se lo llevaron. Al día siguiente, la casa era un desastre: todo revuelto y tirado».
Ese mismo día fue secuestrado su compañero Carlos San Martín. «De ninguno de ellos se supo nada nunca», recordó la hermana de Alejandro. Según algunos testimonios que la familia recogió tiempo después, había sido una operación proveniente del BIN 3 y la subcomisaría de Ranelagh habría pedido «zona liberada» para realizarla.
Telám