El 27 de octubre de 2010, el operativo desplegado en todo el territorio nacional para llevar a cabo el Censo Nacional de Población se vio afectado por una noticia inesperada: la muerte del expresidente y entonces diputado nacional, Néstor Kirchner.La información sobre la muertee del ex mandatario trascendió antes del mediodía y, debido a la magnitud del hecho, llegó a ponerse en duda la continuidad del censo. Por eso, la directora del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Ana María Edwin, se vio obligada a brindar una conferencia de prensa al respecto.
“El censo sigue y la obligación de todos los ciudadanos de la patria es continuar con la institucionalidad”, manifestó la funcionaria. De esa manera, las 650.000 personas afectadas al operativo salieron a las calles para realizar el Censo Nacional. Y el velatorio de Néstor Kirchner se desarrolló al día siguiente en la Casa Rosada.
Néstor Kirchner había permanecido dos años sin un cargo después de haber dejado la Presidencia el 10 de diciembre de 2007, cuando le entregó el mando a su esposa, Cristina Fernández. Compitió en las elecciones de medio término de 2009 como cabeza de la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires. Resultó electo pero perdió en la contienda contra la Unión-PRO, que llevaba al frente al empresario Francisco De Narváez.
Kirchner asumió en su banca en la Cámara Baja el 10 de diciembre de 2009. Ya en 2010, el ex presidente fue intervenido quirúrgicamente en dos oportunidades. El 7 de febrero lo operaron de la carótida derecha con éxito, lo que lo obligó a dejar temporalmente sus funciones como diputado nacional y presidente del Partido Justicialista. Luego, el 11 de septiembre, fue sometido a una angioplastia y se le colocó un stent; recibió el alta al día siguiente.
En la mañana del miércoles 27 de octubre de ese año, Kirchner se descompensó en su casa de El Calafate, Santa Cruz, donde estaba junto a su esposa y entonces Presidenta de la Nación. El primero en llegar a la casa fue el médico de la unidad presidencial Benito Alen Gonzáles. Luego, se presentaron los secretarios privados Isidro Bounine y Pablo Barreiro.
Kirchner había tenido un infarto a las 8 de la mañana del 27 de octubre. Así, fue trasladado al hospital José Formenti, donde intentaron reanimarlo, pero el personal médico no tuvo éxito. Su muerte se dictaminó a las 9.15 y, 35 minutos más tarde, el cuerpo fue llevado en una ambulancia escoltada por seis camionetas de seguridad hacia su casa en El Calafate. Tenía 60 años.
En la madrugada del jueves, los restos del ex presidente fueron trasladados, junto a Cristina Kirchner y a su hijo mayor, Máximo, en avión hacia Buenos Aires. Llegaron a la 1.50. Desde el aeropuerto, el féretro fue llevado a la Casa Rosada. Allí fue velado a partir de las 10 en el “Salón de los Patriotas Latinoamericanos”.
Además de miles de personas que desfilaron para despedirlo, también se presentaron los entonces presidentes de Uruguay, José Mujica; de Bolivia, Evo Morales; de Chile, Sebastián Piñera, y de Ecuador, Rafael Correa.
El cuerpo de Néstor Kirchner fue llevado ese viernes a El Calafate, donde arribó a las 17.30 en un avión de la Fuerza Aérea. Desde allí, el féretro fue trasladado en un cortejo fúnebre hacia el cementerio, donde fue inhumado. Al cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento, el 27 de octubre de 2011, sus restos fueron transportados a Río Gallegos: los depositaron en un mausoleo construido para tal fin.
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