El fin de semana próximo pasado recibimos en nuestra redacción de varias fotos de una fiesta, aparentemente de cumpleaños que se habría celebrado en Barker en un restaurant. Estas imágenes que son de índole privado, fueron enviadas por redes o publicadas y surgió la preocupación de algunos vecinos, ya que de este festejo participaban varios docentes, algunos jubilados y otros en ejercicio.
En el planteo de quienes nos hicieron llegar las fotos, se destacaba el hecho de las exigencias que se tienen en los establecimientos educativos para poder llevar adelante las clases, y los sacrificios tanto de alumnos como docentes para volver a la tan necesitada y renombrada «Presencialidad».
Las preguntas que nos hacemos desde este sitio son, ¿dónde comienza la vida privada? ¿y la vida pública de un docente? ¿Que responsabilidades nos competen como ciudadanos, teniendo en cuenta además el rol que desarrollamos en la sociedad?
En tiempos de Covidy ante una segunda ola de contagios, es difícil saber donde comienza la responsabilidad pública y donde comienza la vida privada.