Los creyentes católicos alojados en la Unidad Penitenciaria Nº 2 de Sierra Chica recibieron la visita del Obispo de la Diócesis de Azul, Hugo Manuel Salaberry quien celebró la santa misa sabatina. El culto forma parte de las actividades tratamentales que reconfortan a los y las detenidas por ello los directivos de la dependencia prestan especial apoyo y fomento a las actividades que se vinculan a él.
Salaberry, presidió la Misa para alrededor de 50 privados de la libertad en la Capilla Nuestra Señora del Carmen, ubicada en el sector intramuros y estuvo acompañado por el Capellán de la cárcel de máxima seguridad, José Quattrocchio. También participaron de la ceremonia el Subdirector de Asistencia y Tratamiento Juan Navarro junto al personal del penal. El obispo instó a los presentes a estar alegres y orar sin cesar “elevar una oración nos hermana, nos aúna, esa es la idea, que nos reconozcamos como personas en las que Dios ha colocado cosas muy buenas. La presencia del personal penitenciario habla de la buena convivencia y la paz. Podemos convivir como sociedad en paz, que se superen los resentimientos, desencuentros, todos elevamos al cielo una plegaria pidiendo humildemente que dios derrame bendiciones y gracias que necesitamos todos, incluso nuestro país”.
Tras la celebración eucarística en la capilla, monseñor Salaberry se trasladó junto con autoridades del penal hasta el Pabellón 2, uno de los seis que tiene esa cárcel, donde se entronizó la imagen de la Virgen de Luján y la cruz. Este encuentro fue solicitado por los mismos creyentes, al igual que ubicar la imagen de Cristo y la Virgen en un espacio destacado del pabellón. “Que la madre de Dios también los ayude y anime a pensar en el futuro, con esperanza en verdad y justicia”, finalizó el Capellán de la Unidad N°2.
La visita del obispo se enmarca en el espíritu de la encíclica Fratelli tutti, en la que el Papa anima a ir al encuentro con el hermano, para el enriquecimiento mutuo y de todos.