El 2023 comenzó con buenas noticias para el campo, con el acontecimiento de nuevas lluvias generalizadas en la franja central del área agrícola, aunque dispares en su importancia. Pero más allá de los diferentes acumulados que se registraron en las primeras horas del año, se trata de un nuevo evento de precipitaciones que le trae alivio al sector, que todavía se encuentra afectado por una fuerte sequía.
Según el Informe Agrometeorológico Semanal, emitido por el Instituto de Clima y Agua del INTA, el año comenzó con “lluvias y tormentas de variada intensidad se observaron sobre NEA (este), Cuyo (sudeste) y reg. Pampeana (centro-oeste)”, a la vez que los registros en algunas áreas “superaron los 35-40 mm de manera puntual”.
“Las lluvias más destacadas de esta última semana, con acumulados entre 40 y 60 mm, se registraron en áreas de las regiones de Cuyo (este), NEA (norte) y Pampeana (centro-oeste). En otras áreas, si bien se registraron eventos, fueron de menores acumulados. De todas manera, la situación sigue siendo deficitaria en cuanto a lluvias en la mayor parte del centro y norte del país, a excepción de los lugares antes citados”, apuntó el informe.
También destacó que las “temperaturas máximas extremas de la semana superaron los 38°C en el centro y los 40°C en el norte del país” y las “temperaturas mínimas bajas se observaron sobre el sur pampeano, registrándose valores por debajo de los 10°C en Bs. As. (sur)”.
El “agua útil”, que es como se denomina a la lámina de agua aprovechable por los cultivos contenida en el suelo contiene hasta la profundidad de las raíces, “aumentó puntual y levemente en el sudeste de Buenos Aires y el noreste de San Luis”.
Las precipitaciones de relevancia aparecieron en las primeras horas del 1° de enero y tuvieron su epicentro en Córdoba, San Luis, norte de La Pampa, y noroeste de Buenos Aires, de acuerdo a la información del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). En esa amplia zona se registraron entre 50 y 20 milímetros, mientras que en gran parte de Mendoza, San Juan, La Rioja, sur de Santiago del Estero, centro-sur de Santa Fe, oeste de Buenos Aires y en casi la totalidad de La Pampa, los acumulados fueron de 15 a 1 milímetros. No obstante, durante gran parte del domingo se siguieron registrando lluvias hasta bien entrada la tarde en localidades de la denominada zona núcleo, por lo que los acumulados podrían ser aún mayores.
Estas precipitaciones son esenciales para culminar la siembra de soja y maíz a nivel nacional, que se encuentran condicionadas por la falta de humedad en los suelos. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), las labores de implantación de la oleaginosa se ubicaban al cierra de la semana pasada en el 72,2% de las 16,7 millones de hectáreas estipuladas para el cultivo, lo que representa una demora interanual de 9,2 puntos porcentuales respecto a la campaña pasada, mientras que en el caso del cereal el retraso es de 7,8 puntos porcentuales y se lleva sembrado el 62,9% de las 7,3 millones de hectáreas previstas.
También, las nuevas precipitaciones ayudan a que la condición de los cultivos ya implantados sigan desmejorando, sobre todo los ubicados en la zona núcleo. En este sentido, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó que el 60% de la soja de primera se encuentra en condiciones de regulares a malas, por lo que los especialistas de la entidad reportan caídas en las expectativas de rendimiento de entre un 20% a un 50%.
Reclamo
Pero más allá de las lluvias de las últimas horas, la sequía todavía no finalizó, sino que sus efectos continúan afectando a una amplia parte de la zona agrícola nacional. Es por eso que desde las entidades agropecuarias agudizaron los reclamos para que se tomen medidas para ayudar al sector en la urgencia, pero también solicitaron reglas claras en el largo plazo.
“Ha comenzado el año y se mantiene la sequía en los campos, con el paso de los días solo vemos que los cultivos de verano de la región núcleo se van deteriorando cada vez más. Los pastos no crecen y las lagunas se mantienen secas. Los pronósticos meteorológicos nos confirman que las lluvias serán menores a las habituales durante el primer trimestre y que finalmente la Niña se va a ir retirando a partir de marzo. Por lo pronto, al fracaso de la cosecha fina, le sumamos esta mala perspectiva productiva de la cosecha gruesa y en ganadería una alarmante baja de productividad”, alertó en un comunicado la Sociedad Rural de Rosario (SRR).
En esta línea, la entidad exigió “políticas de estado agropecuarias predecibles y desarrollo de infraestructura (en un país de grandes extensiones y con capital de agua dulce) para así aprovechar a pleno los recursos naturales que existen, junto a la tecnología altamente desarrollada, se genere mayor y mejor producción, promoviendo y alentando el valor agregado en origen. Esto podría generar más trabajo y arraigo, logrando un círculo virtuoso de la economía”.
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