Se llegó a un acuerdo en las paritarias más importantes de la Argentina: la Federación de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), que lidera Armando Cavalieri, firmó con las cámaras del sector una revisión salarial que consiste en una suma fija de $4000 en agosto y un 9% de aumento en noviembre, que elevará al 42% el incremento anual del 32% pactado en abril pasado.
El convenio, acordado en una audiencia en el Ministerio de Trabajo, incluye un compromiso de revisión para enero de 2022 y la mejora salarial, que beneficiará a 1.200.000 trabajadores en todo el país, permitirá que el sueldo básico de la actividad mercantil se acerque a los 80.000 pesos.
La suma fija de $4000 fue incluida en el convenio en carácter de “gratificación extraordinaria por única vez, no remunerativa y de naturaleza excepcional” y será pagada en la segunda quincena de agosto. El aumento del 9% se abonará en noviembre como una “asignación no remunerativa”.
De la audiencia en Trabajo participaron, por FAECYS, Cavalieri; el presidente de Osecac, Carlos Pérez, y el secretario de Asuntos Laborales, Jorge Bence, mientras que por el sector empresarial estuvieron autoridades de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Unión de Entidades Comerciales Argentinas (UDECA).
De esta forma se cierra una paritaria clave y se pone a tono con los acuerdos y revisiones salariales alcanzadas en las últimas semanas a partir del nuevo tope salarial del Gobierno, que es del 40%.
Empresarios y sindicalistas de Comercio firmaron en abril pasado un aumento del 32% en cuatro tramos (8% en mayo, 8% en septiembre, 8% en enero y 8% en febrero) y una cláusula de revisión en enero de 2022 para analizar la diferencia inflacionaria interanual. El acuerdo posibilitaba que a partir de marzo 2022 los salarios básicos de convenio alcancen los $74.733, más los adicionales, pero el sindicato exigió reabrir la paritaria para compensar el desfase inflacionario de los últimos meses.
La FAECYS reclamaba un 10% adicional para que se sume al 32%, mientras que las tres cámaras empresariales se negaron a un reajuste de esa magnitud por la crisis del sector. “No se puede estar negociando paritarias cada dos meses”, advirtió el presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, al rechazar la reapertura de las paritarias a tres meses del acuerdo original.
En las negociaciones hubo una intervención del ministro de Trabajo, Claudio Moroni, considerada decisiva porque ayudó a ambas partes a cerrar un acuerdo. Hay una decisión política de incentivar las revisiones salariales para contribuir el triunfo electoral del oficialismo y la paritaria de Comercio no sólo beneficia 1.200.000 trabajadores sino que también es un sueldo testigo para otras actividades.
El sindicato que lidera Cavalieri logró que el Ministerio de Trabajo aceptara la reapertura de las paritarias y la primera audiencia en Trabajo se realizó el 13 de julio: las cámaras se negaron a revisar lo pactado, mientras que los sindicalistas advirtieron que el aumento quedó desactualizado y pidieron efectuar un análisis detallado del costo de vida entre abril y diciembre para rever el 16% de los dos primeros tramos del aumento.
Ante la falta de acuerdo, las negociaciones pasaron para la semana siguiente, aunque se suspendieron por pedido de la cartera laboral. Finalmente, el gremio y las cámaras tuvieron dos reuniones más, pero recién en la audiencia realizada este lunes se produjo un acercamiento de las posiciones. El sector empleador ofreció una suma fija de $2000, que la comitiva sindical rechazó por insuficiente.
Este martes se mejoró la oferta empresarial: una suma fija de $4000 en agosto y un 9% de aumento en noviembre fue la fórmula que permitió destrabar las tratativas y dejar conforme al sindicato. “Es importante porque se trata de un aumento que impactará en los sueldos en un período corto”, dijo a Infobae uno de los dirigentes que estuvo al tanto de las negociaciones.
El sindicato que lidera Cavalieri fue uno de los primeros que acordó la paritaria 2021 dentro de la pauta que fijó el Gobierno en los primeros meses del año, del 29% con el agregado de “dos o tres puntos”, para que estuviera en sintonía con la previsión inflacionaria del presupuesto oficial.
El aumento de la inflación, sin embargo, detonó una ola de reclamos sindicales para reabrir las paritarias que se aceleró luego de que Cristina Kirchner otorgó un 40% de aumento al personal del Congreso, con lo cual impuso un nuevo tope a la negociación salarial de 2021, motorizada por las necesidades del Gobierno de recomponer los sueldos con la mira en ganar las elecciones.