Cuatro años se cumplen hoy de uno de los hechos más conmocionantes que sacudió a la población de Benito Juárez y al país, un lunes 9 de enero de 2017 se daba a conocer la muerte de dos menores, que con el tiempo se determinó que había sido un homicidio.
Agustín Bustos y Agustín Rodríguez fueron encontrados sobre la Ruta Provincial 86 a unos 15 kilómetros de Juárez, el día posterior la ciudad vivió una pueblada que incluyó destrozos en la estación comunal y el incendio de la vivienda de por aquel entonces, un sospechoso en Barrio Pachán.
Ese 9 de enero Agustín Bustos tras ser llevado al nosocomio local por las heridas que sufrió falleció y unos meses después se produjo el deceso de Agustín Rodríguez en agosto precisamente después de luchar por sobrevivir, ambos tenían 16 años.
Ese lunes el día amaneció caluroso, la ciudad respiraba tranquilidad y a las redacciones de cada medio local llegó la información de que dos chicos habían desaparecido… unas horas después la noticia se hizo eco, tristeza, incertidumbre y muchas preguntas sin respuestas a pocas horas de conocerse la trágica noticia.
«Los Agustines» como se lo dominó al caso salieron para pasar una madrugada pescando, iban en bicicleta y nada más se supo de ellos hasta que los encontraron.
Según la reconstrucción del hecho, y a lo que hizo referencia la fiscal Margaretic a cargo durante el 2017 de la Unidad Funcional 2 del Departamento Judicial de Azul, los adolescentes alrededor de la hora 5 de aquel día, fueron hallados gravemente heridos a la vera de la Ruta 86, que une a las ciudades de Benito Juárez y Laprida.
Un camionero los encontró tirados en la banquina de la ruta y dio aviso a la Policía, y más tarde fueron trasladados en una ambulancia al Hospital Eva Perón de Benito Juárez. Aún quedan dudas de porque se demoró tanto la ambulancia en buscar a Agustín Bustos, porque fueron trasladados de a uno, y este último esperó gravemente herido por más de una hora en la ruta, tapado por camperas y custodiado por la policía.
En el centro asistencial, a causa de esas graves lesiones que padecía, ese mismo 9 de enero Agustín Bustos murió. Y el 16 de agosto, día en que se hizo una reconstrucción de lo sucedido, el que falleció fue Agustín Rodríguez, que desde tiempo antes estaba internado en el Hospital Penna de Bahía Blanca y nunca despertó del estado de coma por ese accidente que lo tuvo como una de las víctimas.
Fueron días donde la comunidad estuvo movilizada, el punto de inflexión fue el día después donde la bronca se volvió violencia llegando agentes policiales de toda la región porque la situación parecía incontrolable. Fueron semanas de alerta para todos, la ciudad vallada, y custodiada por diferentes fuerzas de seguridad. En el medio las preguntas, las especulaciones, nada claro pero muchas conjeturas estábamos en el ojo de la tormenta y los medios nacionales se hicieron eco de lo sucedido inundándose de móviles y periodistas que buscaron su “primicia”… Hoy a 4 años, seguimos sin saber a ciencia cierta qué fue lo que paso, y si bien la justicia determinó que fue muerte por accidente, y que el juicio estaba previsto que comenzará el 26 de mayo del pasado año, la pandemia redujo las posibilidades de justicia, a una nueva y agonizante espera.
Quizás recordar esta fecha sea nuevamente un volver a ese día, pero las que viven con el dolor del nunca más son sus madres, su familia, sus amigos y aquellos que los conocieron.
Los Agustines se fueron físicamente hace 4 años pero sus almas quedaron por estos lados, Justicia Memoria y Verdad lo justo para seguir a pesar de todo.
Nunca quedará claro que fue lo que ocurrió, hubo maneseo desde el inicio con las especulaciones, la información, la marchas, y hasta el silencio del poder político de turno, que nunca intervino de lleno en esta situación. Nunca sabremos si será porque un funcionario cercano que aun presta funciones en el municipio, fue de los primeros que estuvo en la escena del hecho, o porque finalmente lo que la justicia determinó luego de las pericias, no termina de convencer que haya sido el final de dos niños que esperan justicia