Iparraguirre sostuvo que “en diciembre sabíamos que se venía una guerra comercial y una puja distributiva, en la que finalmente, 10 países concentran el 90 % de las vacunas que hay en el mundo. Esto se veía venir, cuando en diciembre empezó a delinearse un reparto inequitativo, como terminó siendo”.
Reconoció que “nosotros nos preparamos para una llegada mayor de vacunas y la expectativa estaba puesta en que quienes tienen que negociar y diseñar acuerdos, hicieran todo lo posible por tener la mayor cantidad de vacunas”.
“Fuimos de los primeros países en llegar a la Sputnik, que al principio parecía no querer nadie, hasta que mostró su efectividad. Y también se presentaron grandes dificultades que mostraron todas las empresas biotecnológicas para la producción a gran escala. Esas empresas se enfrentaron a un desafío que no sabían cómo iban a superarlo y llegamos a este cuello de botella. Además, empiezan a faltar insumos a gran escala. Estamos en un momento de gran complejidad”, expresó la médica.
Respecto de la llegada de la segunda ola de contagios de Covid, señaló que “es inminente, es cuestión de tiempo y ya la semana que viene, comienza el otoño”.
Consultada sobre los resultados de los métodos de distribución de vacunas que implementó el Estado, reconoció que “la logística centralizada tiene sus dificultades, por supuesto. En la provincia de Buenos Aires, el lunes se queda sin vacunas, lo que es muy malo, obviamente, pero también evidencia que la distribución y la colocación y la campaña en la provincia, fue rápida y efectiva. En el reparto nacional, las que le tocaron a la provincia, se pusieron”.
Sin embargo, recordó que en Tandil, se apuntó a un universo de entre 35 y 40 mil personas, considerados los grupos más vulnerables, a los que se apuntaba a llegar vacunados antes del invierno. Esos grupos son los mayores de 60, menores de 60 con riesgos, docentes, personal de salud y fuerzas de seguridad. “Tenemos cubiertas 12 mil personas de este numero; es decir, poco más de un cuarto”, indicó Iparraguirre, quien agregó que “dentro de esas 12 mil personas vacunadas, el porcentaje menor está dentro del universo de mayores de 60 años. Tenemos el 100 % de trabajadores de salud, el 80 % del personal de educación y entre el 60 y 70 % de menores de 60 años con riesgos, pero apenas tenemos un 15 % de mayores de 60 años”.
“Para avanzar necesitamos la Sputnik, la AstraZéneca o que Anmat homologue la Sinopharm para mayores de 60. Hoy, en Beijing, la Sinopharm se usa para todos los grupos poblacionales. Mi expectativa es que Anmat apruebe uso de la Sinopharm, porque hay un ‘run run’ que podrían entrar 3 millones de estas vacunas en los próximos días. Pero si Anmat no lo aprueba, vamos a seguir un poco atados de pies y manos”, detalló.
La funcionaria provincial admitió que “los mayores de 60, es nuestra gran deuda. Hace 14 días que no tenemos vacunas para mayores de 60. Es desesperante. Contesto cientos de mensajes, todos los días, de gente preocupada por sus papás, sus abuelos. Les explico la situación. Pero es muy angustiante”.
Sobre la llegada de más dosis de Sputnik en estas horas, número concreto que no fue confirmado por el gobierno nacional, pero se especula que sería medio millón de vacunas, Iparraguirre explicó que “en su momento, todas las localidades recibían el mismo número fijo de dosis. Esto pasó hasta fines de enero, principios de febrero. Después, esto cambio. En el último ingreso de 1.200.000 Sputnik, que ocurrió hace tres semanas, al interior de la provincia de Buenos Aires, salvo Mar del Plata, no llegaron esas dosis. Porque en este reparto igualitario que se hizo en enero, de las dosis que fueron ingresando al país, se generó un gran desfasaje entre localidades y así, hoy tenés localidades como General Lavalle, con el 17 % de su población total inmunizada, o Rauch, con un 14 % de su población total inmunizada y Merlo o Moreno, con un 2 %. Eso tampoco nos sirve, si tengo una ciudad a 200 kilómetros que tiene al 95 % de su población sin cobertura. Los últimos repartos empezaron a modificar la lógica, por eso no me animo a decir, si viene medio millón de Sputnik, cuánto nos toca. Va a depender de un patrón demográfico”.
Cerró asegurando que “de los 18 mil adultos mayores inscriptos, hay alrededor de 2 mil vacunados”, pero indicó que “tenemos capacidad para vacunar esas 16 mil personas, con su primera dosis, en dos o tres semanas, pero no tenemos las vacunas”.
ABC HOY