El Gobierno confirmó esta tarde la adopción de una serie de medidas para intentar relajar la presión sobre el mercado cambiario, luego de varias jornadas de fuertes subas en los dólares contado con liqui y el blue. El dólar libre hoy volvió a subir y la brecha con el oficial superó el 130 por ciento.
“Se ha observado que las regulaciones implementadas el 15 de septiembre han tendido a reducir la liquidez del mercado, ocasionando una volatilidad que resulta dañina para el proceso de formación de expectativas. Como parte del reordenamiento del esquema regulatorio, la Comisión Nacional de Valores dispondrá de una reducción a tres días en todos los períodos de permanencia vigentes de valores negociables, y favorecer el proceso de intermediación para incrementar la liquidez de los instrumentos locales”, informó el Ministerio de Economía mediante un comunicado de prensa.
El denominado “parking”, que es el tiempo que tienen que esperar los inversores entre que compran los bonos, con pesos, y los venden en dólares, era hasta ahora de 5 días, y de 15 días si el objetivo era transferir los títulos al exterior. Con la nueva regulación, ahora será de sólo tres días el plazo en que el inversor deberá permanecer obligatoriamente con los títulos en su poder antes de venderlos y transformarlos en dólares. Ese plazo implica el riesgo de que el título varíe su cotización.
Sobre el plazo de 90 días que exige el Banco Central para la operatoria en los mercados oficial y contado con liqui, aún no se conocen definiciones, aunque fuentes oficiales habían anticipado que también ese período se modificaría.
En simultáneo, el BCRA derogará el punto 5 de la Comunicación A7106, para fomentar la operatoria de emisiones locales en mercados regulados argentinos. Es decir, permitirá que los inversores extranjeros puedan operar el dólar CCL.
Complementariamente, el Ministerio de Economía realizará una subasta en el marco de la operatoria prevista en el artículo 7 de la Ley 27.561 de Ampliación Presupuestaria, por USD 750 millones de valor nominal. Esta licitación se realizará los días 9 y 10 de noviembre, con liquidación el viernes 13 del mismo mes. Los títulos elegibles y los nuevos a ser emitidos serán anunciados el 2 de noviembre. Esta operación contribuirá a disminuir las necesidades de financiamiento neto en los períodos 2020/2021, según indicó Hacienda.
“Este conjunto de acciones permitirá dotar de mayor previsibilidad y volumen al mercado financiero, interactuando de manera virtuosa con la generación de un sendero económico consistente y sostenible”, manifestó Economía en el parte de prensa. La cartera que dirige Martín Guzmán reconoció que en las últimas semanas se ha observado un deterioro de las expectativas que no se condice con el proceso de normalización que se ha venido llevando adelante.
El Gobierno sostuvo que, aún habiendo estado muy afectada por la pandemia, la Argentina muestra en 2020 un robusto superávit comercial que también se proyecta hacia 2021. Recordó que la deuda pública en moneda extranjera tanto emitida bajo legislación externa como local fue completamente reestructurada, por lo que el país sólo pagará en 2021 USD 154 millones a sus acreedores con instrumentos de mercado. “El mercado de deuda pública en pesos ha sido normalizado. Además, ha aportado recursos valiosos en los últimos meses de emergencia y jugará un papel muy importante en el proceso de convergencia hacia la consistencia macroeconómica”, afirmó Economía.
Por otra parte, manifestó que el equipo económico se encuentra trabajando firmemente en la refinanciación de la deuda con los organismos multilaterales de crédito bajo los mismos criterios de sostenibilidad que oportunamente se consideraron para la reestructuración de los títulos públicos. “En el referido proceso, el diálogo con el FMI se encuentra en una etapa de interacción constructiva”, dijo el ministerio.
Las nuevas medidas reflejan una clara señal del lugar que el presidente Alberto Fernández le dio ahora a Guzmán, luego del fracaso de las políticas cada vez más restrictivas, impulsadas por el Banco Central, que demostraron no ser eficaces para calmar la incertidumbre y la brecha.