La lluvia se precipitaba con una intensidad desusada sobre la capital de los argentinos aquel lejano 17 de noviembre, del cual se cumplen ya 49 años.
Que distante se nos presenta aquel día. Distante en los recuerdos, distante en la realidad de aquellos inéditos sucesos. “El mítico avión del regreso carreteaba sobre una de las pistas de Ezeiza. No era negro como lo había imaginado la fantasía popular”.
Con su llegada se cerraba un largo capítulo de 18 años de exilio y proscripción política para el Peronismo. Un período donde se pretendió llevar al oscurantismo a la militancia peronista y a la vigencia política del Justicialismo
“Era el viernes 17 de Noviembre de 1972. El gobierno de Lanusse lo había decretado feriado y la CGT había llamado a un paro general. Una multitud, difícil de dimensionar, pugnaba por llegar al aeropuerto. Los tanques y él ejercito desplegado en miles y miles de efectivos (treinta mil según algunas fuentes periodísticas) obstaculizaban el propósito.”
Unos, varios millones, estaban a punto de ver concretado un largo sueño: Perón volvía a su patria, cambiando el destino inexorable que lo condenaba. Terminaba una penosa vigilia de esperanzas e incertidumbres, mezcladas en la triste orfandad y desabrigo de casi dos décadas sin el líder.
VOLVER A HACER HISTORIA
”Los peronistas que cruzaban el río Matanza, para protagonizar un hecho histórico, tan deseado como impensable, no iban solos. Los acompañaba la historia y los ausentes. Los que habían caído en la Resistencia, en la toma de fábricas. Los que habían protagonizado las huelgas y el voto en blanco en las horas oscuras de la proscripción. Los que se habían lavado “las patas en la fuente “, en el histórico 17 de Octubre de 1945. Los que pintaban con carbón en las paredes, la P con la V de Perón vuelve”.
La exuberante vivencia de la alegría que invade ante la recuperación de lo que parecía perdido corría a raudales por aquella renovadas huestes de militantes, reconfortados por que eran convocados después de mucho tiempo a volver a hacer la historia.
Las diatribas y la reiterada frustración oligárquica les habían arrebatado el sabor del triunfo de aquella victoria descollante de Flamini-Anglada. Que les iban a enrostrar ahora para frustrarles la fiesta, largamente ansiada?
LE DIO EL CUERO
“La agitación social que conmovía a la Argentina, no podía solucionarse con la proscripción. Había que negociar con el exiliado en Madrid. Se le devolvieron los salarios caídos y el cuerpo embalsamado y ultrajado de Evita. Se le propuso el GAN (Gran Acuerdo Nacional).Luego que ambos – Perón y Lanusse – renunciaran a sus aspiraciones presidenciales. El ex presidente le respondió con ironía: “Que Lanusse renuncie a la presidencia, es lo mismo que yo renuncie al trono de Inglaterra “. Lanusse lo provocó con aquella frase histórica: “Perón no viene porque no le da el cuero“.
El avión que traía al general Perón al país, pasadas las once de la mañana, pisaba el suelo argentino. Le había alcanzado el cuero para cumplir con su anhelo de ver nuevamente su patria.
No importaban las circunstancias:-“vuelvo casi descarnado”, manifestaba el viejo líder. No habían sido en vano los años del exilio, la militancia también había madurado y expandido. Tres generaciones más engrosaban sus filas.
Lo que parecía imposible había sucedido. La labor de la militancia inquebrantable había sido esencial para lograrlo. Perón había regresado a la Argentina. En esos días de un optimismo inexpugnable e invicto, la historia pareció abrazar el futuro.
(Material de consulta, Apuntes del profesor y periodista Hugo Pressman)