En cualquier otro tiempo hubiera llovido además del frío que tendríamos que haber soportado porque los 21 de septiembre siempre se caracterizan por el mal clima… lo atípico de esta pandemia es que la jornada fue totalmente adversa a todos los pronósticos.
El día amaneció con un cielo celeste por donde se lo mire, el ruido de los pájaros hizo eco en todos los rincones de la ciudad y el sol brilló más que nunca, esta vez no fue remolón lo que auguraba un día de esos inmortales.
El calendario marcaba el número 21, septiembre el mes precisamente informado que el Día de la Primavera en este hemisferio, el Día del Estudiante por estos lados que siempre es festejado con bombos y platillos pero en otro tiempo…
En otro momento hubiéramos visto a las diferentes promociones prepararse para ir al parque donde los esperaba una larga jornada por el cierre de la Semana de la Juventud donde se daban a conocer a los ganadores y se les entregaba sus premios tan esperados. Pero de un día para el otro todo cambió, nada fue igual y a medida que pasaban los días creíamos que el próximo mes sería el de volver a empezar, pero acá seguimos seis meses después esperanzados de que todo vuelva a la normalidad…
Un 21 de septiembre atípico pero de todas maneras las familias salieron a disfrutar de la llegada de una de las estaciones más lindas, pudimos verlos sobre las vías jugando y tomando mate como también en el lugar de referencia que han tomado los jóvenes, el Galpón Joven en la vieja estación de trenes. De a poco se fueron acercando acomodándose en todo el predio, nada fue igual pero pudieron encontrarse para charlar libremente porque se les había dado el permiso del caso, las autoridades locales entendieron que era importante ante tantos NO de los últimos meses, y la retribución de ellos fue el buen comportamiento en todo momento retirándose cuando caía el sol en grupos reducidos y en silencio.