La magistrada oriunda de Azul María Claudia Castro presidirá el tribunal que en Dolores comenzará a juzgar hoy lunes a los ocho rugbiers acusados del homicidio de Fernando Báez Sosa, el estudiante de Derecho que hace casi tres años fue asesinado a la salida de un boliche en Villa Gesell.
De 54 años de edad y con más de dos décadas de trayectoria en el Poder Judicial, presidirá el Tribunal Oral en lo Criminal número 1, que para este debate se completará con las intervenciones de los jueces Christian Ariel Rabaia y Emiliano Lázzari.
A partir de hoy los imputados por el crimen del estudiante de abogacía -que tenía 18 años cuando fue asesinado a golpes a la salida de un boliche en la ciudad balnearia de Villa Gesell durante la madrugada del 18 de enero de 2020- comenzarán a ser sometidos a este proceso.
El juicio, en un principio, incluirá la presencia de alrededor de 150 testigos y varios días de audiencia, estimándose que el veredicto para los encausados podría ser anunciado por parte de la jueza Castro y los demás miembros del TOC 1 de Dolores a fines de este mes o durante el transcurso de febrero próximo.
En este caso se resolvió habilitar la feria judicial de verano para el desarrollo del debate, que tiene como imputados y privados de la libertad a Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23).
Considerados coautores del delito «homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas», de mantenerse esa calificación penal en este proceso y de resultar todos esos jóvenes condenados recibirán como sanción la máxima que contempla el Código Penal argentino: «prisión perpetua».
La jueza que nació en Azul
La misma sala en la que se llevará cabo este juicio fue aquella donde se desarrollara años atrás el debate por el asesinato del reportero gráfico de la revista «Noticias» José Luis Cabezas.
En ese proceso la magistrada oriunda de Azul tuvo también participación, ya que se desempeñó como uno de los tres fiscales que lograron las condenas para los autores del homicidio del fotógrafo, crimen del que el próximo 25 de enero se cumplirán 26 años.
Después de que cursara estudios de Derecho en esa casa de altos estudios perteneciente a la Universidad Nacional de La Plata y se recibiera, la azuleña que desde mañana presidirá el tribunal que juzgará a los rugbiers por el homicidio de Fernando Báez Sosa desarrolló toda su carrera en el Poder Judicial con asiento en Dolores, la ciudad donde está actualmente radicada.
Luego de que sus primeros pasos en los tribunales -una vez recibida de abogada- habían sido «ad honorem», en marzo de 1997 fue designada Auxiliar Letrada. Y a poco de haberse convertido en Fiscal de Instrucción, en el año 1999 fue convocada para trabajar en el Juzgado que llevó adelante la investigación por el secuestro y posterior asesinato de José Luis Cabezas, el cual en esa época estaba a cargo del magistrado José Luis Macchi, fallecido en diciembre de 2018.
«Era el primer juicio oral de esas dimensiones que se hacía con el sistema acusatorio», le había referido la propia Castro a elDiarioAR durante una entrevista que brindara el año pasado, al cumplirse el vigésimo quinto aniversario del llamado «Caso Cabezas».
«En lo personal, significó una carrera acelerada en todo lo que es el procedimiento penal. El juez Macchi se pasaba días sin dormir en el juzgado. Era un juez excelente, muy celoso de su investigación. En ese momento era todo papel y se ordenaban un cuerpo de doscientas fojas por día, por lo menos. Cuando nosotros preparamos el juicio, el expediente tenía 210 cuerpos de 200 fojas cada uno. Nos marcó a los tres fiscales que intervenimos. Había que organizar el trabajo y sistematizar en muy poco tiempo, teníamos un mes y medio para encarar este juicio y empezaban a debutar las nuevas reglas procesales. Los tres creo que nos sentimos orgullosos de haberlo podido afrontar», refirió también la funcionaria judicial azuleña en aquella entrevista sobre lo que fuera su intervención en ese proceso y las de los por entonces agentes fiscales Luis Felipe Defelitto -actual camarista penal en Dolores- y Eduardo Adrián Campos Campos, quien ahora es el titular del TOC 2 con sede en esa ciudad.
Al mismo tiempo que comenzó la carrera de Derecho en La Plata, en esa ciudad Castro -que en Azul cursó sus estudios primarios y secundarios en la otrora Escuela Normal- trabajó en la Asesoría Letrada de la Policía de la Provincia.
Se recibió de abogada el 30 de junio de 1992 y años más tarde se radicó en Dolores, donde comenzaría a desarrollar su carrera en el Fuero Penal perteneciente a ese departamento judicial.
A fines de diciembre de 2014 -tras haber concursado varias veces por un cargo y en ese entonces, a diferencia de lo ocurrido anteriormente, resultar electa- María Claudia Castro juró como jueza penal del TOC 1 de Dolores, luego de que hasta ese momento su trayectoria en la Justicia la llevó adelante como integrante del Ministerio Público Fiscal.
«Me consta la capacidad, el estudio, el trabajo, todo lo que ha dado la Dra. Castro como fiscal», había afirmado el camarista penal Defelitto en aquella ceremonia donde le tomara juramento como jueza a la azuleña, de quien también recordó lo que fuera su intervención en la causa por el asesinato de José Luis Cabezas.
Recientemente, María Claudia Castro cumplió nueve años como integrante del tribunal que a partir de mañana se convertirá en el escenario del juicio a los rugbiers por el asesinato de Fernando Báez Sosa.
Diario El Tiempo de Azul