Hay un dolor, una tristeza que no se puede disimular, un vacío enorme y una pérdida irrecuperable, hoy se cumple el primer aniversario de la muerte de Fernando Báez Sosa que se fue de vacaciones a Villa Gesell y nunca más volvió…
Todos los 18 de enero se lo recordó, el lugar donde fue asesinado es una especie de santuario para moradores y turistas que llegan a la ciudad que no es la misma y tardará en recuperar la mística de veranos anteriores.
Fernando se fue de vacaciones con sus amigos, allí se encontraría con su novia con la que cumpliría su primer aniversario… Le Brique fue el lugar elegido para salir a bailar y divertirse pero una pelea le marcó el destino, ese grupo de rugbier hizo justicia por mano propia, le arrebato la vida en cuestión de segundos ante la mirada de muchos que no hicieron nada…
Fernando falleció por los golpes que recibió y sus asesinos se fueron del lugar a comer, con esa frialdad se manejaron, hubo un pacto de silencio que aún hoy mantienen aunque estén en la cárcel esperando el juicio que si Dios quiere en junio comenzará. Pero no hay condena que les devuelva a esos padres a su Fernando, no hay ley que pueda expresarse mejor que la condena social porque a un año la indignación de un país sigue vigente, se pide JUSTICIA por FERNANDO.
En Gesell vive desde hace unos años Horacio Lara un juarense que adoptó la vida de la villa como propia, su kiosco queda a 50 metros del lugar del hecho ese día se levantó como cualquier otro pero se encontró con una escena tremenda, nada es como antes porque hay un antes y un después.
Hablamos con Horacio quién nos relato como nadie como vivió esa situación y cómo es el sentir del pueblo hoy a un año de uno de los asesinatos más indignantes y dolorosos que vivió Gesell.
“Haciendo historia de esto fui una de las primeras personas que se informó de la muerte de Fernando Báez Sosa ese día llegaba a mi trabajo muy temprano, 6.30 y la policía no me permite pasar sino que me desvían al rato llega un agente femenino y me relata lo que había pasado.
Acá en Villa Gesell hay un dolor muy grande no sólo por el fallecimiento de este chico sino por la forma en la que lo mataron, yo estoy a unos 50 metros de donde sucedió todo constantemente era una procesión de gente que quería ver y saber cómo había sido, pasaron una serie de detalles de las que Gesell no estaba acostumbrada. Si bien hace siete años tuvimos la desgracia de un rayo que cayó en la playa y mató a unos jóvenes la situación fue distinta a esta.
Gesell está compungida y triste, no somos responsables pero en cierta manera muy adentro nuestro sentimos algo de eso, hoy se hace una misa muy importante con la presencia del Obispo de Mar del Plata que comenzará a las 18 horas más o menos y se espera mucha gente en el lugar donde ocurrió el hecho que enlutó a todo al país.
Todo se llevara a cabo frente a Le Brique en la heladería donde pasó todo, ahí permanentemente hay fotografías de Fernando se ha hecho cómo una especie de santuario o monolito donde la gente pasa, reza y recuerda este asesinato que nos sorprendió a todos.
El dolor es de todo el país hay un castigo social hacía estos chicos muy fuerte y creo que más allá de que alguno quede libre llevarán esa mancha para siempre” resaltó Horacio Lara.
El asesinato de Báez Sosa fue sobre la avenida principal de la ciudad que una parte es peatonal, el kiosco de Don Lara queda en la cuadra siguiente, “siempre tuve buena relación con los dueños del boliche y algunos de los empleados porque de pasada a veces se quedaban a charlar por supuesto que esto fue un balde agua fría para la ciudad, tras ese 18 de enero hubo un antes y un después el día a día porque se sucedían marchas me acuerdo que vino mucha gente de Buenos Aires no los padres, obviamente conversábamos de lo que había pasado pero no entendíamos nada, no hay explicación de la frialdad de estos chicos que después de matarlo se fueron a comer muy tranquilos, las conversaciones que se escucharon o sea una sintonía que nadie interpreta y tampoco se entiende.
Por eso repito Gesell está dolido y las consecuencias se notan creo que va a tardar mucho tiempo en recuperar lo que era la ciudad en décadas pasadas, era otra vida, otra forma de pasar el verano”.
Durante la entrevista que mantuvimos con este juarense que hace años vive en este lugar de playas inmaculadas y que era el sitio elegido por los jóvenes de todo el país le preguntamos sobre el impacto que causo en la noche este crimen, “todo se suspendió salvo Pueblo Límite que siguió trabajando y está en la entrada de Gesell, la realidad es que había policías continuamente un movimiento de agentes que no habíamos visto jamás parecía una cárcel de cómo estaba custodiada, este episodio le cambio la vida a toda la juventud porque se prohibió todo fue como se bajo la cortina y decir: muchachos nunca más.
Fue un hecho de un volumen increíble en cuanto a la repercusión, acá llegaron medios nacionales pero también de Chile y Paraguay que se hicieron eco de la noticia, fue tremendo de verdad”.
El destino tiene esas cosas escritas que duelen, a veces se les busca explicación pero la muerte no la tiene y más para esos padres que despidieron a su hijo y no volvieron a ver, “mi vecino de siempre es el mejor amigo de los padres de Fernando Báez Sosa y su hijo compartió la escuela con este joven por vivir en diferentes lugares dejaron de verse pero había un contacto de alguna manera, charlando con esta persona me decía que el dolor es enorme que no quieren venir a Gesell pero que están presentes para colaborar en lo que se pueda que Fernando Burlando el abogado defensor no les cobra un centavo para representarlos que fue lo que le prometió, historias que vienen detrás increíbles”.
Casi en el final le preguntamos a Horacio Lara cómo creía que hubiera sido la temporada sin pandemia de por medio pero teniendo en cuenta el asesinato de Fernando, “creo que los chicos no hubieran elegido este destino para veranear porque acá no permiten ciertas cuestiones que hacen a la noche, nada es lo mismo después de aquel día y la realidad es que a enero la potencia del turismo se la daba la juventud y este año no se ve ese beneficio de otros años para los propietarios de casas o departamentos incluso hay negocios que antes funcionaban muy bien y hoy no son ni la cuarta parte de lo que eran, a esto se le suma la situación económica por la que estamos atravesando que también influye”.
Además expresó, “todo el mundo está dolido no solo el geselino por esta situación, era un pibe y no se entiende la frialdad con la que se manejaron, paso un año, no vemos arrepentimiento por parte de ellos, nadie se ha quebrado y tendrán que pagar lo que hicieron.
En mi caso voy a estar presente, voy acompañar cómo muchos de los que estamos aquí me siento con la necesidad de estar para recordarlo, la verdad que es un dolor enorme quizás cuando se es pibe se siente de una manera pero cuando uno tiene unos cuantos años encima se siente distinto”.
María del Carmen Remedio