En un contexto de recortes de producción de girasol a nivel internacional, la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca (BCP) estimó un crecimiento en la cosecha argentina y un aumento en los niveles de industrialización, aunque existe un grado de incertidumbre en la comercialización, que es menor en comparación a campañas previas.
En base a datos de la consultora alemana Oil World, la bolsa bahiense calculó que la producción de girasol 2022/23 será de 3,7 millones de toneladas, que representa un crecimiento interanual de 9%. En el área de influencia de BCP la siembra ya finalizó, con un incremento en el área del 15% con respecto a la campaña previa.
Bajo este escenario, la industria procesará unas 3,4 millones de toneladas, un 1,3% en relación a las 3,1 millones de toneladas molidas en 2022. “El periodo comprendido entre marzo y julio es donde se registró el mayor tonelaje procesado, con un promedio mensual de 395.500 toneladas”, destacaron.
SITUACIÓN INTERNACIONAL
En las últimas semanas, distintos organismos internacionales recortaron sus estimaciones de producción mundial, a partir de los efectos adversos del clima en la cosecha rusa. Pero pese a esta situación, la cosecha en ese país será récord en relación a ciclos anteriores.
A nivel global, calcularon que el volumen cosechado será de 52,9 millones de toneladas, que representa un recorte interanual de 9%. En su último informe, Oil World recortó la producción rusa en 500.000 toneladas, la de Ucrania en 400.000 toneladas y la de Unión Europea en 200.000 toneladas.
La molienda global se proyecta en 49,3 millones de toneladas y en el caso del aceite de girasol, mensualmente no se observaron ajustes significativos en las estimaciones globales. “El alto nivel de existencia registrado al inicio de la campaña contribuyó con una mayor proyección de exportaciones mundiales”, explicaron.
Según la consultora, la recuperación de las importaciones chinas condiciona a Rusia para que logre alcanzar un volumen exportado récord en esta campaña.
COMERCIALIZACIÓN
Si bien los valores actuales del aceite de girasol se encuentran alejados de los máximos alcanzados a partir de la guerra entre Rusia y Ucrania, se ubican por encima del promedio de los últimos años.
“La demanda de los principales importadores es clave para comprender el comportamiento en este mercado, donde, en el último tiempo, el aceite de girasol ha competido con los atractivos precios de la palma y la colza”, explicaron desde la BCP.
En Argentina, la comercialización de la campaña 2022/23 camina a paso lento en relación a ciclos anteriores y además, quedan un alto porcentaje de negocios con precios a fijar. Si bien las cotizaciones en las pizarras son atractivas, existe un grado de incertidumbre productiva que explica esta situación.
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