Sofía Viola, Georgina Hassan, Daniela Horovitz, Bárbara Aguirre, Flopa Lestani y Agustina Paz animarán entre el próximo sábado y hasta el domingo 23 el ciclo «Cantautoras en Café Vinilo», definido por quienes lo impulsan como «una acción para combatir la parálisis», que se realizará los sábados y domingos desde las 20 en formato virtual y con acceso gratuito.
La apertura del programa en una de las salas emblema de la música popular en vivo, correrá el sábado por cuenta de Barby Aguirre y La Soñadora, propuesta encabezada por la cantante junto a Miguel Tennina (piano y acordeón) y Charly Pacini (guitarra y arreglos).
Mientras que el domingo será el turno de Daniela Horovitz quien desde el canto, la lira, la guitarra y el preciado piano del reducto del barrio porteño de Palermo, presentará «Fruta Exótica».
Los recitales de acceso libre y gratuito (con contribución voluntaria) en www.cafevinilo.com.ar, implican para Teresa Rodríguez -una de las dueñas y productoras de la propuesta- «un acto de valentía por seguir adelante pese a todo».
Durante una entrevista con Télam, Rodríguez pondera «el trabajo de estas músicas singulares porque producir un hecho artístico en estas nuevas condiciones las enfrentó a situaciones antes desconocidas y que ahora debemos tomar como habituales. Me refiero, por ejemplo, a ese terrible sentimiento de orfandad frente a un espacio de absoluto vacío y a un entorno social y político de incertidumbre».
«También, quiero destacar -insiste- el proceso de creación y producción del ciclo, que fue un momento de crecimiento y aprendizaje, acompañado de muchísimo entusiasmo y alegría desde lo grupal y autogestivo. Siempre generar un espacio cultural siembra vitalidad».
El segundo fin de semana de «Cantautoras en Café Vinilo» tendrá como animadora a Sofía Viola el sábado 15 haciendo tangos, milongas, cumbias, vallenatos, boleros, blues a canto, ronroco y guitarra y una noche después la compositora, cantante y pianista Agustina Paz quien en compañía de Mariano Prover en guitarra eléctrica y coros estará presentando las canciones de su último trabajo «La Fuerza».
La despedida del atractivo espacio sonará el 22 en la guitarra y la voz de Flopa Lestani acompañada por Gastón Massenzio en piano y lo despedirá Georgina Hassan con un cancionero femenino que abordará a voz, guitarra y cuatro venezolano y en la que sumará como invitada a Laura Ledesma (en voz y cuatro venezolano).
Télam: ¿Cómo nace la idea de armar este ciclo en tiempos tan difíciles?
Teresa Rodríguez: Este ciclo no nació en pandemia, más bien es un hermoso resabio de lo que fue la vida anterior. Junto a Eduardo Misch, presentamos esta idea de un ciclo de cantautoras en un formato mucho más amplio y multiplicador en un programa de fomento en 2019. Increíblemente, y gracias a todo el equipo y a los que acompañaron el proyecto en circunstancias tan difíciles, conseguimos la financiación en 2020. Luego, con la llegada de la pandemia, tuvo que reinventarse. Y así fue como llegamos hasta acá pudimos llenar los pulmones de aire en un contexto tan adverso para la actividad y la cultura. Tal vez estas bocanadas nos permitan llegar al otro lado, donde volveremos a reunirnos y a festejar la música que tanto nos nutre en las buenas y en las malas.
T: El ciclo está protagonizado por cantautoras independientes, con propuestas personales. ¿Con qué criterio armaron la programación?
TR: Como productores de Café Vinilo, siempre nos enfocamos en las propuestas independientes, personales, originales, que reivindican el acto creativo como postura frente al sistema. Sin duda, este ciclo nace con la misma impronta, valorizando nuestra cultura, nuestro lenguaje y lo que tenemos para decir aquí y ahora. Queriendo mostrar el lugar de la mujer creadora de estos tiempos, con su contexto tan particular, con sus temáticas tan potentes y visiones personales, que sentimos tan cercanas y universales al mismo tiempo.
T: ¿Fue difícil tomar la decisión de realizar el ciclo ante la llegada de la segunda ola y todo lo que eso conlleva?
TR: La idea original era que el ciclo fuera presencial, en la sala de Vinilo, para 100 personas, hoy por hoy algo irreal. Luego, cuando lo aprobaron, estábamos en plena cuarentena 2020. Por eso lo repensamos en formato virtual, en casa, íntimo. Cuando en el verano se pudieron hacer algunas actividades presenciales, apareció un tal vez para un formato mixto entre presencial y virtual. Pensamos en resumir el momento particular en un hecho artístico que quedara plasmado, como parte de este cambio constante que nos toca vivir. Por último, al momento en que definimos hacerlo, debimos volver al formato virtual, hacerlo sin público, pero pudo ser en Vinilo. Así que no lo decidimos, más bien nos fuimos adaptando al devenir de esta pandemia que hoy nos encuentra de esta manera. Ojalá más adelante podamos continuar de otra forma, aunque el futuro es tan incierto que nos obliga a proyectar en un día a día.
Telám