Paradas en la esquina de la plaza central de nuestro pueblo, y en las recurrentes charlas que solemos tener sobre fechas especiales, llegamos a la conclusión de que Libertad era la avenida que teníamos en frente, y que estaba llena de hermosas y diferentes mujeres.
Si, en cada comercio de la avenida principal hay una o mas mujeres al frente de su emprendimiento, o cumpliendo a diario con su trabajo. Nos dimos cuenta que el mayor porcentaje de cada espacio estaba repleto de mujeres, diferentes con sus propios sueños y con muchos objetivos realizados y por concretar. Entendimos que a diario, cada una enfrenta su lucha, elije y sale a la vida precisamente llena de vida para dar. Dispuestas a escuchar, a acompañar, a reírse y si es necesario a abrazar.
Ahí fuimos, puerta por puerta a buscar la imagen de todas estas mujeres reales, cuando caímos a la cuenta, que, como un entramado de fraternidad, libertad, la avenida se bifurcaba en otras calles, en otros sitios y con otros rostros, pero con una misma esencia, las de otras mujeres que también enfrentan sus luchas personales.
Y ahí estaban todas, estábamos todas, entusiasmadas con una foto donde quedaron plasmados un poquito de esos sueños, algunas anécdotas, un poco del alma de cada una de ellas, que muchas veces en silencio enfrentan sus propias batallas.
Nos dimos cuenta de que son tantas, que somas tantas, amigas, madres, profesionales, amas de casa, que hubiese sido imposible tener una foto de cada una de ellas.
Aunque de esta manera queremos celebrarlas, si CELEBRALAS, a todas, por su valentía, por sus ganas, por estar y acompañar, y por cambiar pequeños mundos, que finalmente cambiarán a universo.