A quienes por edad transitamos la etapa escolar hace varias décadas, el avance de la investigación histórica, nos fue derribando varios mitos sobre el 25 de mayo de 1810.
La Plaza de Mayo con una gran concurrencia de hombres con galera y traje, French y Berutti repartiendo escarapelas, mujeres con vestidos majestuosos, paraguas protegiendo de la lluvia a un pueblo que ansiaba la independencia española, fueron todos mitos de un relato escolar que hoy muchos historiadores no comparten.
El proceso de la Revolución de Mayo estaba enmarcado en acontecimientos muy complejos que fueron ocurriendo en la semana que marcó un hito en la historia argentina, pero no es allí donde nace la patria, sino que fue un proceso que demandó décadas.
Los revolucionarios no se pensaban como tales, no tenían una voluntad clara y deliberada de independencia. En las memorias de entonces, no hay indicios que hubiesen querido separarse de la monarquía o independizarse de España. Lo que se buscó era evitar el vacío de poder porque el Rey Fernando VII estaba preso.
Sintetizando los acontecimientos podemos señalarque en 1808 Napoleón Bonaparte invadió España, se produjo un vacío de poder y los españoles comenzaron a conformar Juntas, nucleadas en la Junta de Sevilla, que gobernó en nombre de Fernando VII, preso. Hasta que en 1810 esa Junta se disuelve. Entonces las colonias comenzaron a preguntarse a quién debían obedecer. En mayo de ese año surgió la idea de formar una Junta en Buenos Aires y se convocó el 22 a un Cabildo Abierto para que los vecinos más distinguidos de la ciudad se reunieran para decidir cómo gobernar.
En ese Cabildo se decide que el Virrey Cisneros sea destituido, porque su autoridad ya no era legítima, y que se conforme una junta para gobernar mientras el rey estuviera cautivo, pero no prevalecía la idea de romper con España.
El 25 de mayo se conformó una nueva junta, elegida por el Cabildo en función a una lista confeccionada por sectores revolucionarios. Ese fue el Primer Gobierno Patrio, que en el acta de formación establece la fidelidad a Fernando VII.
La Junta se armó para tutelar la soberanía mientras el Rey estaba ausente. Se hizo aplicando la teoría conocida como “retroversión de la soberanía”, que señala que desaparecido el legítimo monarca, el poder volvía al pueblo; y que éste tenía derecho a formar un nuevo gobierno.
Toda esta situación de incertidumbre que tenían los revolucionarios, con pocas certezas y sin saber el destino final, fue la semilla de una nación que empieza a construirse en 1816.-